Hola!, se que no me paso casi nunca, pero acá les vengo a traer una especie de mini-novela que iré publicando en el foro y en mi pagina de facebook. Serán un total de 10 capitulos cortos, y que, espero, publicar con 3 días de intervalo. El género de esta historia es Ciencia ficción-Fantasia, y me gustaría mucho cualquier critica o un simple comentario, para mejorar o para ver en que puedo cambiar, y bueno, eso es todo, gracias de antebrazo.
Fin del Universo
Capitulo 1: Hijos de las Estrellas
http://i57.tinypic.com/2mxlh05.jpg
"porque llegaría el tiempo, en que las estrellas se apagasen, y solo sus hijos podrían encenderlas"
Spoiler:
Luego de varias eternidades, o quizás solo unos minutos, abrí los ojos y observé mi entorno, me encontraba en el suelo, y mi cuerpo se negaba a moverse, intente mover un dedo, luego otro, y al final pude cerrar mi mano en un puño. Enseguida, y de forma instantánea, todo mi cuerpo grito de dolor, como si hubiese estado esperando el preciso instante para poder gritar. No recuerdo como me levanté, ni tampoco como llegue a sujetarme a la mesa que se encontraba resquebrajada, pero allí estaba, con varios cortes en el cuerpo, y sin embargo, milagrosamente vivo...
El cielo pareció romperse, y lo que hasta entonces había sido una cálida y soleada mañana de verano, ahora era un espectáculo hermoso y terrorífico, el sol, moribundo, nos observaba derritiéndose en el cielo, y un color rojizo cubría el este de forma imperturbable; Sin embargo, y de una forma macabra y hermosa, la noche comenzaba a avanzar, no, no era como la noche que vemos en este mundo, gradual y casi imperceptible, no, esta noche había caído en la mitad del cielo, y sin embargo, casi por arte de magia, la otra mitad del cielo todavía permanecía en el dia. Mientras trataba de asimilar el espectáculo aterrador, mis ojos se movían de aquí para alla, intentando desifrar algo que no encajaba, la sensacion de que tu mente conocia que algo estaba mal, pero que tus ojos se negaban a ver, era abrumadora. Note que por mi espalda empezaba a subir la locura, si seguia observando ese cielo, me hundiria en las fauces de la locura, y no podría volver. Entonces, haciendo uso de mi fuerza de voluntad, cerre mis ojos y mire hacia el suelo, allí, poco a poco, levante la vista y observe al resto de las personas.
Todas miraban espantadas hacia el cielo, algunas simplemente permanecian imperturbables allí, donde el suceso los habia alcanzado, mientras que otros lloraban desconsolados, y gritaban en miles de idiomas diferentes, aunque supuse que llamaban a sus seres queridos. No recuerdo sus caras, tampoco como estaban vestidos, sin embargo, recuerdo a una mujer que sostenia a una niña muy pequeña, lo suficientemente grande para entender, pero no para asustarse, y entonces comprendí por que el miedo irracional de todos, por que la locura y por que estaba sucediendo todo aquello, y también comprendí, por que la niña me miro y sonrio, como si todo lo que acontencía fuese un simple espectaculo de cine.
Hace mucho tiempo, mas años de los que puedo recordar, mi abuela me conto un cuento, quizás no es el tipo de cuento para contarle a un niño con las ideas sin pulir y con una imaginacion excesiva. Recuerdo su rostro, lleno de arrugas pero cariñoso, y sus abrazos, un lugar en el que refugiarme, tambien incluso recuerdo su voz, pero explicar como era su voz era como intentar describir un color, o la luz del sol. Recuerdo que no podía dormir, y mi abuela, con aquella voz que lograba transmitirme tranquilidad, comenzó a hablar de una historia, que tuvo lugar antes de que el tiempo fuera tiempo;
"Hace mucho tiempo, antes de que las cosas tuvieran nombres, incluso antes de que nosotros fueramos una simple idea en la mente de los Ingenieros, incluso antes de que los ingenieros fueran creados, existia la oscuridad eterna, pero no era una oscuridad malvada y cruel como la que escuchamos en las historias, no, era una oscuridad simple, definitiva, porque en ese entonces, simplemente no existia la luz, y sin luz, no podíamos diferenciar las sombras. Sin embargo, en esa oscuridad, existian dos seres, y fue entonces como uno tomo consciencia de si mismo, y se llamo a si mismo Lugal, y decidió que podía crear algo que iluminara sus ojos, y entonces decidió que tendría ojos, y asi, durante unos minutos, o quizás varias eternidades, fue tomando forma. Pero el otro, el que no tiene nombre, vio las cosas que habia creado Lugal, y quiso ayudar, y fue asi, ahora como hermanos, crearon las estrellas y el Vacio, los planetas y los asteroides, y cuando crearon todo el universo, cuyo tamaño es in comprensible para nuestras mentes, se sintieron solos, y vieron que necesitaban a mas como ellos, y en la mente de Lugal surgio una idea, la de crear a seres iguales a ellos, pero a los que tuvieran que educar, esos eran sus hijos, los Hijos de las Estrellas, porque llegaría el tiempo, en que las estrellas se apagasen, y solo sus hijos podrían encenderlas."
Sali de mi trance, y observé hacia el cielo, calmado, en silencio, sumergido en la tranquilidad, y pude ver lo que sucedía, lo que habia desencajado hasta entonces, lo que no entraba en mi ecuación... Las estrellas... Las estrellas se habían apagado.
Capitulo 2: Sin
http://i59.tinypic.com/x6bnld.jpg
Porque llegaría el día en que yo, Sin, dios de la Luna, dormiría sin sueños.
Spoiler:
Abrí los ojos y sentí que mi cuerpo se encontraba rígido y adolorido, me di vuelta en mi cama y observe en silencio mi habitación, había amanecido, notaba que el sol se fugaba entre mis cortinas, otra vez había tenido aquellos sueños, era fácil diferenciarlos del resto, cuando terminaba con esos sueños, me sentía agotado, cansado, con un dolor de cabeza, como si hubiera corrido miles de kilómetros en pocos segundos. Me levante con dificultad, no por el hecho de estar cansado, sino por las contracturas que tenia de haber dormido tenso. Resignado, me dirigí hacia el baño, para realizar mi rutina de todos los días; cepillarme los dientes, lavarme la cara, peinarme, vestirme, desayunar e ir a trabajar.
Todos los días la misma rutina, 6 veces a la semana, muchas semanas al año, parecía encaminado hacia una vida de aburrimiento y monotonía. Sentía que algo me faltaba, como si en lo mas profundo de mi corazón tuviese un hueco de aire, que no podía ser llenado, y en mi cabeza la sensación de que esto no era lo correcto, y que mi alma necesitaba hacer algo mas, aun así, luego de un par de horas de recriminación para conmigo mismo, me dormía irremediablemente...
Abrí los ojos, las estrellas se encontraban a mis pies, mire hacia arriba y habían mas estrellas, todas ellas resplandecían como pequeñas lamparitas en una enorme tela oscura, mi primera impresión fue de caerme, pero luego me di cuenta de que controlaba eso, que siempre lo había hecho, y entonces observé mis manos y el terror aguijoneo mi cerebro... Tenía sangre en mis manos, y mezclados entre la sangre, distintos miembros, una pierna, un brazo. Rápidamente deje caer los pequeños miembros que comenzaron a revolotear y formaron pequeños destellos de energía, y luego de varios minutos, o unas pocas eternidades, se transformaron en nuevas estrellas. Fué entonces cuando escuché su voz, la del otro, del que no tiene nombre, su voz era un susurro y era un grito, era un viento de verano, de esos que acaricia tu cara con suavidad, pero que hace notar su presencia. Y cuando habló, mi nombre me sonó raro en su boca;
-¿Qué ha sucedido?, dijimos que aquí no habría mas estrellas, tenemos que apresurarnos, porque el momento de despertar de nuestros hijos esta llegando, y tenemos que terminarlos-. Al escuchar estas palabras, levante mi cabeza y lo mire directamente a los ojos, y en sus ojos vi mi reflejo, y en mi reflejo vi el poder de la sangre y un linaje que es mas antiguo que el universo mismo, y en ese momento, las visiones casi desgarran mi mente;
Me transforme en una ola y observé a un Rey en el medio del desierto, ordenando la muerte sobre otras personas, y dejando las enseñanzas de los Ingenieros en unas tablillas. Cambie a un ave, y contemple a un gran ejercito marchando sobre montañas, destruyendo todo a su paso, y me vi a mi mismo impedir que ese ejercito saqueara una de los pilares de la civilización. Las visiones se fueron haciendo cada vez mas confusas, y me vi sosteniendo una espada, poderosa y afilada como ninguna canción podría representar, observe como un puñal atravesaba mi espalda, mientras el imperio que construí me daba la espalda, y abrí los ojos en mi cama, sudando y con el corazón galopando en mi pecho, y entonces, de improviso, como si no hubiese sucedido nada, el mundo se apago y caí en mi cama inconsciente.
Luego de varias horas, o quizás una eternidad, sentí que tenia arena entre los pies, abrí los ojos y vi una gran ciudad en un desierto, vi como un río atravesaba esa ciudad, y me di cuenta de que estaba sentado en un trono, había tenido otra visión del pasado y del futuro, de lo que fue y de lo que será; Porque yo era un Hijo, y mi padre me había dado poder sobre las personas. Ellos me adoraban como un dios, me daban muchos nombres, "Nannar, Suen, Zuen", pero en mi interior, en lo mas profundo de mi ser, el nombre que mi Padre me había dado brillaba fuerte como el sol que nos iluminaba. Sin era mi nombre, y la luna era mi reino, pero entonces percibí la amenaza contra mi ser. Si, era inmortal, mi existencia y mi conocimiento podrían hacer pedazos la mente de cualquier hombre, pero no era indestructible, porque en el fondo de mi ser, sentía que el final estaba llegando, y debía dejar mi legado a alguien mas, porque llegaría el día en que yo, Sin, dios de la Luna, dormiría sin sueños, hasta que los Hijos de las Estrellas nos despertarán a todos.
Las estrellas se habían ido, el cielo se estaba convirtiendo en una noche eterna, en el fondo de mi ser parecía haberlo prevenido. Volví a observar a la niña y entendí porque no tenía miedo, porque para ella no era mas que un juego... ¿Por que tenia que sentir miedo de un mundo sin estrellas?, ¿Acaso no sucedía lo mismo con los humanos y la magia?, jamas la habían visto actuar, ni su poder, por lo tanto, no conocían su ausencia, simplemente la ignoraban. Y fue entonces, como comprendí lo que me esperaba, y me senté allí para poder observar el final del Universo, mientras un muchacho, quizás con el mismo color de ojos que yo, hace miles de años, despertaba de una pesadilla muy vivida, en una ciudad de una nación que dejo de existir hace milenios...
