La película se sitúa en un momento impreciso del futuro, en un parque de atracciones de alta tecnología llamado "Delos", en el que los visitantes pueden interactuar con robots humanoides en distintos ambientes (el Oeste, la Edad Media o la Antigua Roma). Los robots son tan perfectos que son prácticamente indistinguibles de los humanos, salvo por un pequeño fallo en sus manos, y están programados para responder positivamente a cualquier petición humana, incluidas las proposiciones sexuales.
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