Monkey Island cumple 25 años
Por estos días, el clásico juego The Secret of Monkey Island cumple los 25 años. Técnicamente hablando, fue el 2 de Setiembre, pero incluso su creador Ron Gilbert afirma que no está completamente seguro. En fin, me pareció el momento de hablar un poco de historia, especialmente considerando que Gilbert expresa sus deseos de crear una nueva entrega en la serie, si Disney, que actualmente posee los derechos, desea vendérselos.
En Setiembre / Octubre de 1990 Lucasarts sacó a la venta en PC el juego The Secret of Monkey Island. Si bien no fue un éxito de ventas, al menos comparado con títulos de aventura de Sierra del momento, vendió bastante bien y se convirtió en un juego de culto. El juego es una aventura gráfica que utiliza el sistema de control SCUMM, el cual se originó con el entonces aún menos conocido juego de Lucasarts Maniac Mansion. La historia trata de las aventuras de Guybrush Threepwood, aspirante a pirata, quien se ve involucrado en el secuestro de la gobernadora Elaine Marley por manos del pirata LeChuck. Guybrush se lanza al rescate, y tiene que lidiar con la complicación de que LeChuck es un fantasma, y se oculta en una isla a la cual nadie sabe llegar, la afamada Monkey Island.
Siendo una aventura gráfica, es un juego que consta de puzzles y no de combate (si bien en este juego en particular existe un modo de combate, el mismo está basado en un puzzle), pero a diferencia de otros juegos del género en la época, constaba de un método de control más amigable para el usuario: no tenías que adivinar los verbos que podías usar, porque los mismos figuraban en pantalla, y tu inventario estaba siempre a la vista. Además, todo aquello con lo que se podía interactuar era resaltado cuando movías el cursor encima.
A pesar de todo eso, lo que más atrajo la atención del público fue el tono humorístico del juego, presente tanto en la historia como en los puzzles. Ha sido el rasgo más definitorio de la serie desde entonces. La música compuesta por Michael Land también resultó muy popular, incluso en su cruda versión de PC speaker.
Con el tiempo, el juego fue relanzado varias veces, cada vez con pequeñas mejoras, como aumentar la cantidad de colores, o cambiar el look del sistema SCUMM para darle una mejor calidad visual e incluso una versión en CD, mucho más confiable que los diskettes de las anteriores. La popularidad de la serie hizo que obtuviera un remake HD (algo raro para juegos en 2D) en 2009, que dejó el sistema de juego e historia intactos y reemplazó el apartado visual con sprites y fondos de alta resolución (aunque los antiguos aún pueden usarse, sólo con presionar una tecla) y agregó voces a los personajes.
Dado que Gilbert tuvo la precaución de ponerse a trabajar en la secuela antes de saber si este juego vendía o no, Monkey Island 2: Lechuck's Revenge, lanzado en 1991 fue más popular que su predecesor. Por fortuna, terminó siendo un juego aún mejor, con mejores facilidades en el control (que luego serían adaptadas para una nueva versión del primer juego), mucha mejor calidad gráfica (con sprites más grandes, mejores efectos y fondos pintados a mano) y notablemente más largo, MI2 cuenta la historia de Guybrush buscando un famoso tesoro llamado Big Whoop para realzar su fama perdida luego de la derrota de LeChuck. Por desgracia, su encuentro con uno de los antiguos secuaces de LeChuck precipita la resurrección del mismo, quien ahora es un zombie hambriento de venganza en lugar de cerebros.
El humor, por supuesto, sigue intacto. El juego fue lo suficientemente popular para lanzar la serie a la fama, y al igual que el primero también tuvo la suerte de recibir un remake HD en 2010, esta vez con aún mayor calidad gráfica y mejores opciones de control.
Si bien el juego fue muy popular, existía una queja: el final del juego era demasiado abstracto, y mucha gente no estaba segura de qué había sucedido. Incluso aquellos que lo comprendían notaban que se trataba de un final abierto. Por desgracia, Ron Gilbert dejó Lucasarts luego del estreno del juego, y las esperanzas de ver el capítulo siguiente se esfumaron, hasta que años después Lucasarts les dio las riendas a un nuevo equipo para que realizaran una nueva secuela.
Lanzado en 1997, el primero en la serie de ser exclusivo para Windows y sólo en CD, The Curse of Monkey Island es lo que se considera un merecido sucesor. No sólo se las arregla para continuar la historia luego del final abierto del segundo juego, sino que mantiene intacto e incluso supera el sentido del humor de las entregas anteriores. Mejor aún, el estilo gráfico caricaturesco es impecable, y muy pocos juegos han logrado igualarlo hasta los últimos años.
El juego cuenta la historia del escape de Guybrush de las garras de LeChuck y su reunión con Elaine, la cual se ve cortada cuando por accidente ella es convertida en una estatua de oro. Guybrush ahora debe buscar la cura y encontrar un modo de derrotar a LeChuck, quien luego de atravesar un portal al infierno se ha convertido en un demonio. Además del excelente estilo visual, el juego por primera vez agrega voces (cuyo reparto volvería para los remakes HD de los primeros dos juegos). El sistema de control también fue simplificado, y sólo es visible al interactuar con objetos y personas, para darle al juego un look más cinemático (que es apropiado para lo que es básicamente una película interactiva). Por desgracia, este juego nunca ha sido relanzado, y la única opción es conseguir una copia del original y parchearlo para que funcione en sistemas actuales. Y lo mismo ocurre con la siguiente entrega en su versión de PC.
El cuarto juego de la serie, Escape from Monkey Island, lanzado en 2001, es la oveja negra de la familia. Si bien no se puede considerar malo, su calidad es inferior comparada con cualquiera de los anteriores. Para empezar, abandona el estilo gráfico del anterior para usar un motor 3D muy parecido a Resident Evil o Final Fantasy VII, el mismo usado en otra aventura de Lucasarts, Grim Fandango. Si bien retoman el estilo caricaturesco, y la calidad de las animaciones es bastante buena, pierde bastante encanto. El sistema de control, diseñado para ser usado en consolas (fue el primer juego de la serie en ser lanzado en una consola Playstation), también resulta molesto si uno está acostumbrado al uso del ratón.
La historia cuenta la desesperación de Guybrush al notar como un australiano malévolo está destruyendo el mundo de los piratas como él lo conoce, y por si fuera peor, su esposa ha sido declarada muerta y debe arreglar las cosas pronto para que no pierda la elección contra un nuevo candidato que se trae algo entre manos. Si bien el humor del juego sigue presente, es más dependiente de referencias que los juegos anteriores (como ejemplo, comparar nuevas temporadas de Los Simpsons con las clásicas), y muchos de los puzzles requieren prestar demasiada atención a diminutos detalles particulares y hacer extraños saltos en lógica para llegar a la solución. Otros tantos requieren demasiada paciencia y memoria para lo poco que se obtiene de ellos (como el infame Monkey Kombat). Luego de este juego, Lucasarts perdió interés en la serie y no sería hasta 2009 que veríamos una nueva entrega, hecha por la gente que resucitó el género, Telltale Games.
Contando con un sistema de entrega episódico y un método de control más amigable, Tales of Monkey Island fue un éxito de ventas y de críticas (aunque la calidad variable de cada episodio hace que algunos hayan sido vistos con mejores ojos que otros). Con un sentido del humor mejor que el juego anterior y un estilo visual más agradable (aunque aún con polígonos en lugar de sprites), es sin duda un mejor juego, pero aún así de menor calidad que los tres primeros. La historia cuenta como un artefacto mágico ha devuelto vida a LeChuck, quien lamenta todas las cosas horribles que ha hecho. Por desgracia, el accidente que hizo tal cosa ha desplegado una plaga que está afectando a todos los piratas, volviéndolos malvados, y Guybrush debe encontrar la cura.
Este juego fue un éxito comercial y renovó el interés en la serie. Contando con ello fue que decidieron lanzar la edición HD de The Secret of Monkey Island unos días después. El juego además fue lanzado en varias consolas. Por desgracia, una secuela nunca sucedió, y ahora los derechos de la serie están en poder de Disney. El futuro de Monkey Island es incierto, y si bien el creador expresa deseos de volver, un nuevo juego en la serie hecho por él ignoraría las entregas de la tercera en adelante para continuar la historia que él dejó abandonada.
Sólo queda, como última nota, hablar de la película:
Sip. Años atrás, cerca del 2000, Lucasarts planeaba una película basada en el primer juego. El proyecto nunca se materializó, pero el escritor Ted Elliot comenzó un guión. Años más tarde, Disney adquirió el mismo, pero antes de tener que adquirir los derechos, decidieron basar el filme en una de sus propias franquicias: Piratas del Caribe, que hasta el momento sólo era un paseo en Disney World (cabe aclarar que el juego Monkey Island fue inspirado justamente en la recorrida de Piratas del Caribe).
Las similitudes, sin embargo, son evidentes:
Sí, la historia podría haber sido muy diferente.