Gente, conseguí un Pikachu y les voy a contar la historia.
Arrancamos con un amigo desde 18 y Rio Negro caminando hacia la ciudad vieja.
Un poco de verguenza me daba, no les voy a mentir. 2 tipos grandes, imagínense.
Resulta que en la esquina de Rio Branco me llevé puesto al de la garrapiñada, y le tuve que pagar 3 paquetes que se desparramaron en el suelo.
Todo por prestarle demasiada atención al celular.
Ahí me calenté y dije "No me banco 18. Esta mierda de los pokemons ya me costó 60 mangos. Vamos a bajar por Convención".
Y entonces empezamos a caminar por Convención, hacia la rambla.
Cuando cruzamos San José, mi amigo me dice "no te puedo creer, acá cerca hay un Pikachu".
Pues me fijo y era verdad!!. Y me explicó que un Pikachu es muy difícil de conseguir, y que teníamos que conseguirlo sí o sí.
Lo que pasa que no estaba en la vereda o en la calle, sino adentro de una propiedad privada.
Le dije a mi amigo "olvidate, ni en pedo vamos a conseguir el Pikachu. Acá nos van a sacar del forro."
Entonces surgió una esperanza, porque al levantar la vista, ví que en el establecimiento había un cartel que decía "Go Go Girls", y arriba un neón que decía "Pykaro's".
"Esta es la nuestra", dijo mi amigo. Claramente se dió cuenta de que Go-Go alude al Pokemon Go, y que Pykaros alude a alguna mutación latina de Pikachu.
"Entramos de una". "Más bien", le respondí, admirado por la rapidez con la que pusieron un negocio relacionado con la franquicia, considerando que estamos en el Uruguay (donde todo llega 20 años después).
Y ahi justo cuando ibamos a entrar nos cortó el paso un gigante de 2 metros, pero por suerte no nos habló mal.
"Buenas noches", nos dijo. "En qué los puedo ayudar?".
"Venimos por lo de Go. Podemos entrar?".
"Esperen un segundito", respondió el temible portero. Y un par de minutos después salió un veterano muy canchero que dijo llamarse Ruben.
"Pasen tranquilos, muchachos. Tomen un ticket para una cerveza gratis." (un capo el veterano).
Ahi entramos. Estaba saliendo todo redondo. "De acá no nos vamos sin el Pikachu", dijo Raul (mi amigo) frotándose las manos.
Y acá tengo que hacer una pausa para explicarles que Raul es buen tipo, pero cuando se obsesiona con algo, tiene que conseguirlo de cualquier forma.
Bueno, pues había un montón de mesas. Y aparentemente en el establecimiento había algún tipo de show, seguramente una inauguración relacionada con la app, y con el mundo Pokemon.
Resulta que había una mujer HERMOSA haciendo ciertos movimientos sensuales sobre un pequeño escenario. (nótese las mayúsculas de "HERMOSA", para que se hagan una idea de lo linda que era).
"Ahí está.", me dijo Raul.
"Quién?"
"Pikachu, boludo!".
"donde?"
"Mirá!", me respondió. Y me mostró su celular.
Para mi sorpresa, ahí estaba el Pikachu. Y nos estaba mirando fijo, de manera casi burlona.
El Pikachu estaba entre las piernas de la mujer HERMOSA. (nótese las mayúsculas, nuevamente).
"Lo agarras vos, o lo agarro yo?", le dije a Raul.
"Voy yo", me responde. Y yo lo dejé, porque me dí cuenta de que para él era más importante que para mí.
Él tiene facebook con un montón de seguidores (creo que tiene como 23!), y entonces mayores posibilidades para mostrar su logro.
Entonces Raul se levantó y se acercó a la mujer, y mirándola fijamente le dijo "tenés un pokemon entre las piernas, y me lo quiero llevar".
Ella se sonrió. "muy creativa tu forma de hablar", le respondió, agregando "si te lo querés llevar son 3000 pesos y la casa".
"Qué casa?", le respondió Raul. "Y qué 3000 pesos? Se supone que esto es gratis!", agregó indignado.
En ese momento la chica pareció enojarse, y por algún motivo que desconozco le hizo una seña a Juan (el tipo grandote que antes estaba de la entrada).
Este hombre intimidante se acercó a Raul y le preguntó "que pasa, amigo?".
Y Raul le respondió "Lo que pasa acá es que esta mujer me quiere cobrar 3000 pesos y una casa, por ese bicho de mierda que tiene entre las piernas!".
Y ahi sucedió algo terrible. La hago corta.
Juan le propinó un fuerte golpe a Raul, a tal punto que terminamos en el Casmu de Arenal Grande y Colonia, con rotura de caballete, y 3 dientes menos.
Recuerdo que mientras ayudaba a detener la sangre a Raul, este le gritaba a Juan "Esto es lo que quedó de Nintendo después de Satoru Iwata!", "por culpa de gente como vos no tienen apoyo de las third parties!!!".
En fin... Esa fue mi primera experiencia con el Pokemon Go. No muy feliz para mi amigo.
Pero adivinen qué...
El Pikachu está en casita!!!
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