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Vento
El celular es estupidizante, es lo que hacía la TV, pero a la trigésima potencia, alcanza con salir un rato a la calle y si manejás te querés matar con lo que ves. Obvio que tengo celular, lo uso para hablar por teléfono (porque es un "teléfono"-celular) sí, tiene whatsapp, también lo uso para "hablar por teléfono" pero gratis (aunque con el contrato que tengo es casi lo mismo) y supuestamente encriptado. No soy de los que se cuelgan con el teléfono, si salgo queda en un bolsillo y solo lo uso al dejar de conducir o caminando cuando quedo parado o sentado en algún sitio. Si me llaman o escriben mucho, directamente le bajo el volumen o lo pongo en modo avión, aún estando en casa. Es una herramienta a mi servicio, no un collar de ahorque, el que no lo entienda tiene problemas y son esos los que padecen la adicción.
Ayer metí desde las 17Hs como hasta las 23 jugando, el ultimo día de lluvia que no salí, pasé desde que me desperté hasta que me acosté colgado jugando. Hoy no toqué un juego y mucha gana no tengo, ya es comer y acostarse. Quien no logre salir de adelante de un juego tiene un problema, el es el adicto.
El problema de las adicciones, no está en los elementos, sino las personas. El que es adicto, se va a pegar de la falopa, de la timba, del chupe, de un juego, de lo que sea, el que no lo es, va a probar o consumir cualquier cosa y nunca va a quedar pegado.
El alcohol y el cigarro afectan el organismo directamente y de forma negativa, pero además, afectan de forma directa o indirecta a las personas que te rodean, en algunos casos por temas de violencia, en otros simples vómitos inesperados del compañero de cama, pero de una u otra forma se está obligando al otro a padecer lo que uno consume o sus efectos.
En el caso de los juegos no es así, el afectado es uno mismo, ahí radica la diferencia.
Y si tu esposo/sa novio/a no te da bola porque no deja los juegos, pues, no es el quien tiene el problema, sino tú que no te diste cuenta de cual ha sido el lugar que te dió y sigues ahí como un/a idiota esperando lo que no va a ocurrir.