Si alguien se identifica como mujer a pesar de haber nacido hombre y esto lo consideramos algo no patológico, entonces esa persona tiene derecho a competir contra mujeres de características similares. Hacerle competir con gente de otro género es hacerle sufrir innecesariamente.
Hay situaciones donde el sexo real sí es importante, por ejemplo en la historia clínica.
A los competidores y espectadores, por pocos que sean, sí les importa y con eso es suficiente, porque en definitiva no es un sistema a optimizar si no personas dedicando tiempo y recursos a algo que consideran importante.